14.4.09


Entraron unas mujeres bellísimas, sin cuello ni cabeza, con deslumbrantes trajes que parecían antiguos y modernos. Faldas muy amplias, cintura justa y el busto acaso velado. Iban descalzas con uñas bermejas, y tampoco tenían manos. Los colores de las faldas eran desde el luminoso amarillo, al verde áureo, al brillante como de sol y con franjas rojas.
Mi tío Enrique tenía trece años y clamó: –¡Yo ya puedo casarme!
Enlazó a una y se pusieron de baile. Y luego gritó: –¡Me dijo sí!
(¿Cómo? ¿Si no tenía boca?) Y fueron bailando hasta el patio, y al jardín y al bosquecillo, a la umbría, al rincón, donde siempre ocurrieron las cosas.
Pero nos dimos cuenta de que había una mujer que, en vez de ninguno, tenía tres cuellos y sus respectivas cabezas. Y todo era muy bello.
Sólo una era así. Y mi tío Ernesto, de catorce años, viéndola clamó: –¡Yo ya puedo casarme!
Y la enlazó y se pusieron de baile y la besaba en las tres bocas. Decía: –¡Es terrible! ¡Esto es gracioso! ¡Es tres!
Y salieron al patio y se fueron al bosque, al rinconcito donde se hacían las cosas.

Marosa di giorgio


ggg

11 comentarios:

ego dijo...

¡qué lindo!
muy muy muy

bech dijo...

Qué raro todo , imaginé el relato ahí en la escena del video.

Saludos

Ale× dijo...

ego, Apa: gracias. Lindo & raro co.

Anónimo dijo...

Zombies?

Ale× dijo...

tía Menda: ya puedes casarte !!!

Silvio dijo...

Es como una especie de delirio lisérgico...

Muy de los primeros discos de Floyd.

Ale× dijo...

yeap, Silvio. Todas zonas del mapa que el Bosco dibujó.

sky walkyria dijo...

es un farol?

Ale× dijo...

es un diamante, walky.

monimoni dijo...

bello!, regresando meses más tarde... ;) al principio vi ese bello maniki de la tienda... en fin...

santero verdad...

Ale× dijo...

mientras no sea un moniki, está todo bien!