15.6.09

Miguel Casado / desarticulando a la letra - imágen

«el gesto fundador de la escritura es un gesto político: el rechazo airado a la dictadura de un lenguaje-pensamiento, la comprensión de que vivimos por fuerza dentro de un mundo de palabras que está dado y que, al usarlas cada uno de nosotros, lo que ocurre es que –por medio de ellas, de lo que decimos– se expresa el poder, el sistema que nos domina e implica, tomado en el sentido más amplio y complejo. La conclusión de Ponge es tan rotunda como su gesto inicial:
"Una sola salida: hablar contra las palabras"».


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